Uruguay busca que los extranjeros ricos paguen más por exenciones fiscales

El presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, quiere que los extranjeros adinerados paguen significativamente más para acceder a las exenciones fiscales que atrajeron a un par de miles de expatriados al país sudamericano.
Actualmente, una forma común de obtener residencia fiscal y una exención prolongada de impuestos sobre ingresos en el exterior es comprar una propiedad de al menos US$559.000. Desde 2026, los nuevos residentes deberían invertir US$2 millones adicionales en bienes raíces para acceder a esas deducciones, según el subsecretario de Economía y Finanzas, Martín Vallcorba. La medida va a estar incluida en el primer proyecto de presupuesto de Orsi.
En vez de adquirir propiedades, los residentes podrían invertir US$100.000 anuales durante un máximo de 11 años en un fondo de innovación respaldado por el gobierno. Ese fondo apoyaría a empresas locales y emitiría títulos que los nuevos residentes podrían comprar y vender, explicó Vallcorba.
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En Uruguay, el 65% de la población tiene cubierta las necesidades básicas
“La idea es que esto esté operativo el año próximo”, dijo Vallcorba en una entrevista. “Esto no es una donación, sino que es una inversión en un fondo que genera rentabilidad para quien aporta capital y que le da la posibilidad de retirar el capital”.
Cambios en los requisitos para exenciones fiscales en Uruguay
Orsi, que asumió en marzo, está elevando los requisitos frente a las normas actuales que otorgan beneficios fiscales por 11 años a quienes obtienen la residencia mediante inversión. Si los cambios se convierten en ley, quien invierta al menos US$2,4 millones en un negocio local podría obtener la residencia fiscal, aunque no recibiría automáticamente la exención impositiva. De todos modos, un residente que viva al menos medio año en el país seguiría pudiendo reclamar la exención sin comprar propiedades adicionales ni aportar al fondo de innovación.
Desde fines de 2020, más de 2.300 extranjeros recibieron la exención impositiva sobre sus ingresos en el exterior, según datos oficiales. Uno de los caminos más económicos para obtener residencia fiscal exige comprar bienes raíces y pasar al menos dos meses al año en Uruguay.
La propuesta de Orsi cuenta con respaldo político en el Congreso, ya que su partido de izquierda, el Frente Amplio, tiene mayoría en el Senado y solo necesita dos votos adicionales fuera de sus filas en la Cámara de Diputados para aprobar el proyecto de presupuesto.
Entre Argentina y Brasil, Uruguay lleva años desplegando la alfombra roja para los ricos. Muchos argentinos poseen segundas residencias en el balneario atlántico de Punta del Este, mientras que los multimillonarios fundadores de las principales empresas tecnológicas de América Latina llaman a Uruguay su hogar gracias a su estabilidad política y económica.
El país podría pronto unirse a naciones como Portugal y Grecia, que en los últimos años reformaron sus “visas doradas”, también conocidas como “residencia por inversión”, para canalizar dinero hacia fondos de capital de riesgo o startups como alternativa a la compra de propiedades.
“Nos interesa incentivar esa alternativa que nosotros vemos que tiene un valor agregado mayor con punta de vista de su contribución al crecimiento y mejora de la productividad”, señaló Vallcorba.
Fuente: www.perfil.com